sábado, 27 de septiembre de 2014

Descanse en paz




Tocaban a difuntos, con ese tañido lento y profundo que emiten las campanas invitando a su llamada.
Y a su llamada e invitación fueron; vecinos y amigos como solo saben hacer las gentes de arraigadas tradiciones.
Desde lo alto de la colina se asentaba la iglesia con su pequeño cementerio; así pues, todo estaba dispuesto para que la tierra la tragara......
Dentro del féretro estaba ella; desvencijada en su revestimiento,consumida en su podredumbre, acabada.
Mientras, el suave aire se entremezclaba por el murmullo apresado en las voces de los que solo hablan tonterías.
Así son los adioses; palabras para matar el silencio,
silencios llenos de ternura,
ternuras ficticias,
muertos que vivirán eternamente,
vivos; que ya están muertos.


fotografía: Silvia Palacios Aparicio

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