Seamos tolerantes con aquellos que han perdido el camino. La ignorancia, la presunción, la ira, los celos y la avaricia o la codicia, provienen de un alma enfadada.
Busquemonos a nosotros mismos, por nuestros propios medios. No permitamos que otros hagan nuestro camino. Es nuestra senda, y sólo nuestra. Otros pueden caminar con nosotros pero nadie puede andar el camino por uno.
Respetemos todas las cosas que están sobre la tierra, sean personas, animales o plantas.
Honremos los pensamientos, deseos y palabras de todas las personas. Nunca los irrumpas, ni te burles de ellos,ni los imites de manera grosera. Permitamos a cada persona el derecho a su expresión personal.
Nunca hablemos de los demás mal.
Todas las personas cometemos errores. Y todos los errores pueden ser perdonados.
Malos pensamientos causan enfermedad a la mente, al cuerpo y al espíritu. Practiquemos el optimismo.
La naturaleza no es PARA nosotros. Es PARTE de nosotros. Ella es parte de nuestra familia y de nuestro mundo.
Evitemos herir el corazón de los demás
Seamos verdaderos y honestos todo el tiempo. La honestidad es la prueba de la voluntad de uno en este universo.
Balanceémonos, nuestra persona mental, espiritual, emocional y física: todas tienen la necesidad de ser fuertes, puras y saludables. Ejercitemos el cuerpo para fortalecer la mente. Crezcamos mucho espiritualmente para curar enfermedades emocionales.
Tomemos decisiones conscientes acerca de quién seremos y acerca de cómo reaccionaremos.
Respetemos la privacidad y el espacio personal de los demás.
Seamos verdaderos con nosotros mismos ante todo. No se puede nutrir ni ayudar a otros sino podemos nutrirnos y ayudarnos a nosotros mismos.
Seamos generosos..."
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